Considerando que más o menos uno de cada 3 estadounidenses entre dieciocho y veintinueve años tiene tatuajes, se creería que sabemos mucho sobre la tinta empleada para tatuar, mas el material está sorprendentemente poco regulado y poco estudiado. Es por eso que los químicos están examinando las tintas de tatuaje populares, y lo que han descubierto hasta el momento no siempre y en todo momento es bueno.

John Swierk, maestro asistente de química inorgánica en la Universidad de Binghamton (Universidad Estatal de Nueva York), lidera un proyecto de investigación que examina químicamente diferentes tintas de tatuaje para aprender más sobre los componentes de los tintes. En una asamblea de la Sociedad Americana de Química (ACS) en Chicago hoy, Swierk presentó ciertos datos que el estudio de tinta de tatuaje de su equipo ha descubierto hasta el momento.

«Cada vez que examinamos una de las tintas, hallamos algo que me hizo detenerme», afirmó a la ACS. Por ejemplo, en prácticamente la mitad de las tintas que han investigado hasta el momento, los químicos advirtieron un género de pigmento conocido como tintes azoicos. Aunque estas moléculas son seguras, pueden transformarse potencialmente en compuestos que ocasionan cáncer por bacterias en la piel o a resultas de la luz UV de la exposición al sol.

Aunque la mayor parte de las tintas son seguras, es alarmante que hayan encontrado ingredientes alarmantes. ¿De qué forma acaban en las tintas materiales potencialmente peligrosos destinados a ser utilizados en el cuerpo humano? Según Swierk, una parte del inconveniente es que no hay una senda de producción especializada para las tintas de tatuaje. «Las grandes empresas fabrican pigmentos para todo, como pintura y textiles», afirma. «Estos mismos pigmentos se usan en las tintas de tatuaje».

Hay sorprendentemente pocas pautas de la FDA para los materiales empleados en la tinta de tatuaje. Aunque las tintas de tatuaje se inyectan bajo la piel, se clasifican como productos cosméticos y, conforme el sitio What’s In My Ink?, tienden a ser estudiados en detalle cuando se plantea una preocupación de seguridad, mas no como un procedimiento estándar.

Además de hallar químicos con propiedades alarmantes, el conjunto de Swierk asimismo apreció un inconveniente con el tamaño de las partículas en las tintas. Algunos de ellos eran más pequeños que cien nm, que es diez mil veces más pequeño que un milímetro. Swierk estaba preocupado por esos descubrimientos. «Las partículas de este tamaño pueden atravesar la membrana celular y potencialmente ocasionar daño».

El conjunto de investigación aún está en proceso de compendiar datos sobre diferentes tintas, mas ya han publicado una parte de la información en su sitio What’s In My Ink?. Con el tiempo, el lugar incluirá más información sobre los métodos que emplearon y las interpretaciones de sus descubrimientos.

«Con estos datos, deseamos que los usuarios y artistas tomen resoluciones informadas y entiendan qué precisa es la información proporcionada», afirma Swierk.

Tal vez esta investigación asimismo pueda servir como patentiza para cualquiera que haga campaña por la regulación de tinta de tatuaje, así que nuevos estudios como este nos van a traer nuevas sorpresas.