Bloomberg notifica que HBO Max tuvo el mayor incremento en la transmisión de vídeo la semana pasada, primordialmente merced al debut del corte de 4 horas muy discutido de la Liga de la Justicia de Zack Snyder. La plataforma de transmisión de AT&T registró un incremento del ocho con nueve% en personas que lanzaron la aplicación móvil. Como siempre y en todo momento, eso no significa necesariamente «nuevos subscriptores», ya que bastantes personas que ya tenían acceso al servicio de Warner Media debido a subscripciones existentes de HBO o al servicio inalámbrico de AT&T no habían activado la aplicación. Además, podemos hacer exactamente la misma aseveración sobre los uno con cuarenta y ocho millones de descargas «nuevas» de la aplicación móvil HBO Max, un salto del sesenta y cuatro% desde la semana precedente.

Además, ahora tenemos noticias de SambaTV de que la película consiguió en torno a dos,2 millones de espectadores en la primera semana completa, que a $9.37 por persona serían en torno a $20,7 millones de ganancia en la semana de apertura. Wonder Woman mil novecientos ochenta y cuatro consiguió en torno a 3 millones de espectadores (equivalentes a en torno a $28,1 millones en los cines) en su primera semana completa en el mes de diciembre. Ahora SambaTV solo mide la audiencia de SmartTV con reconocimiento automático de contenido particularmente optado. Aún así, no hablamos de decenas y decenas de millones (o cientos y cientos de millones) de espectadores. Nuevamente, pese a todo el alboroto sobre la transmisión como el futuro, de forma frecuente nos encaramos a audiencias (en especial fuera de Netflix) que serían miserables para cualquier otro procedimiento de distribución.

Sin embargo, todas y cada una de las cosas siendo relativas, ¿es eso bueno o malo? Como prácticamente todo en la era de la transmisión, es complicado. Sin embargo, doblando cara atrás para ser justos, pongamos que todas y cada una de las descargas nuevas fuesen asimismo nuevos subscriptores pagos. A $14.99 por persona, eso es un ingreso mensual de en torno a $22,2 millones para una película que le costó a AT&T $70 millones auxiliares para llenar. ¿Mantendrán todos estos novatos sus subscripciones a lo largo de los próximos doce meses? Eso es lo que todos aguardan mientras que WB lanza películas afables para los entusiastas de los cómics como Godzilla Vs. Kong, Mortal Kombat, Space Jam: A New Legacy, The Suicide Squad, Dune y The Matrix cuatro entre ahora y Navidad.

Si es así, entonces el mejor escenario es que la Liga de la Justicia de Zack Snyder aporte en torno a $266 millones en ingresos anuales o contribuya a exactamente los mismos. Ahora hay un millón de advertencias para todo esto. En primer sitio, las personas pueden descargar e anotarse en HBO Max por medio de dispositivos móviles, computadoras y HDTVs. Además, no podemos suponer que cada novato no se habría registrado en HBO Max si no fuese por la Liga de la Justicia. Tal vez deseaban ver el programa The Not-Too-Late Show With Elmo. Tampoco podemos asegurar que todos y cada uno de los que aparecieron se van a quedar.

Es cierto que es presumiblemente una minoría enojada pequeñísima, mas las personas que ahora hostigan a AT&T y

Warner Bros. no ayuda a su causa ni a la reputación de la base de fanes normalmente al negarse a «restaurar el SnyderVerse» (esto es, lanzar una versión del directivo de Suicide Squad de David Ayer y aprobar dos películas más de Justice League dirigidas por Snyder o cuando menos inspiradas en su visión) y conminar con anular subscripciones y sabotear el contenido de Warner Bros. Representan una lección de «si le das una galleta a un ratón…» en negociar con una base de fanes muy difícil (y probablemente demasiado exigente).

Aunque la secuela de superhéroes de Patty Jenkins con Gal Gadot y Chris Pine fue más corta y usual, asimismo estuvo libre en cines al tiempo. Según Samba TV, Justice League asimismo tuvo muchos menos espectadores tras su debut, en torno a cuatrocientos en comparación con los ochocientos de Wonder Woman mil novecientos ochenta y cuatro. Me preocupa menos el salto considerablemente mayor en las subscripciones para el estreno navideño, ya que imagino que había mucho traslape demográfico para las películas de DC Films.

Además, una vez que tienes a alguien subscrito a Wonder Woman mil novecientos ochenta y cuatro, no es un nuevo subscriptor para Godzilla Vs. Kong o Justice League. Por eso asimismo me preocupaba menos que hubiese «menos nuevos subscriptores de Disney+ para Mulan que para Hamilton». En algún instante, la retención es tan esencial como el reclutamiento, por eso Warner Bros. no escogió sencillamente ciertas películas teatrales para lanzar en cines y en HBO Max.

Y sí, que AT&T tomara la resolución en el mes de diciembre del año pasado de lanzar de manera automática todos y cada uno de los estrenos teatrales de dos mil veintiuno en la plataforma de streaming hizo que el SnyderCut de Justice League fuera mucho menos un acontecimiento. Muchas personas que podrían haberse subscrito solo por el SnyderCut lo hicieron por Wonder Woman mil novecientos ochenta y cuatro, Mortal Kombat, The Suicide Squad y/o Godzilla Vs. Kong. Pasó de ser el acontecimiento primordial de HBO Max a ser uno más. Pasó de ser un dios entre los insectos a ser un dios entre otros muchos dioses.

Esto siempre y en todo momento fue menos sobre una enorme audiencia que sobre meses de atención mediática gratis para la plataforma de streaming de Warner. La base de fanes de Snyder siempre y en todo momento fue una minoría vocal y apasionada, mas la pasión on-line por películas como Dredd, Kick Ass y Scott Pilgrim Vs. the World no se tradujo en ganancias en taquilla. En ocasiones, los fanes ganan, como vimos con CBS dando una segunda temporada a Jericho o NBC renovando Timeless. Sin embargo, más de forma frecuente, confundir el alegato on-line y las tendencias en redes sociales con el interés o acuerdo general del público es precisamente la lección que Disney (con suerte) aprendió con Star Wars: The Rise of Skywalker.

A menos que seas alguien que no pueda vivir sin una versión del directivo de Suicide Squad o una Justice League dos y tres dirigida o supervisada por Zack Snyder, la existencia misma de Zack Snyder’s Justice League es la victoria. Existe, es bastante buena y tanto el público como los críticos semejan estar disfrutándola. Además, sus claras mejoras en lo que se refiere al pulimentado visual, las secuencias de acción y el tiempo de pantalla ampliado para Cyborg de Ray Fisher, que ofrece una cierta lección sobre de qué manera no reaccionar frente a una película de franquicia desilusionante. Es un instante controvertible de «te lo afirmé» para los entusiastas, quienes verdaderamente deberían admitir la victoria bien justa. Aún así, es otro ejemplo de de qué manera la llamada revolución de transmisión aún se retrasa tras la distribución tradicional.